viernes, 27 de junio de 2008

Ineficacia operativa, principal lastre de Pemex, coinciden expertos en el Senado

■ Para siete de los ponentes en el debate, la renta petrolera es del pueblo de México, no del gobierno

Roberto Garduño y Enrique Méndez / La Jornada

El análisis del régimen fiscal de Petróleos Mexicanos (Pemex) generó coincidencias entre los especialistas convocados al Senado de la República: el problema principal de la paraestatal no es la escasez de recursos para inversión, sino la ineficacia operativa e incapacidad en el momento de ejecutar proyectos de gran complejidad y tamaño.

Siete de los ponentes invitados al foro sobre el régimen fiscal de Pemex, incluidos los que defienden la iniciativa de reforma del Ejecutivo federal, argumentaron que la renta petrolera pertenece al pueblo de México y no al gobierno ni a la empresa paraestatal.

No obstante, el subsecretario de Ingresos de Hacienda, José Antonio Meade, reseñó la concepción del Ejecutivo sobre el tema: “Los mexicanos son dueños de la renta petrolera sólo en la medida en que Pemex pague impuestos, y el organismo estará en posibilidad de pagarlos en tanto logre extraer el petróleo de los yacimientos”.

Juan José Suárez Coppel respaldó la iniciativa de reforma enviada por el presidente Felipe Calderón, al cuestionar la dependencia de Pemex de las asignaciones presupuestales por año; el sometimiento de las adquisiciones y contrataciones a un marco regulador rígido, y el impedimento legal para asociarse con empresas privadas para optimizar su producción.

Destacó que el principal lastre de Pemex “no es la falta de recursos, sino problemas de eficiencia operativa y capacidad de ejecución en proyectos. La propuesta del Ejecutivo crea el marco normativo que permitirá a los mexicanos exigir cuentas de la operación” a la paraestatal, aseguró.

Críticas al proyecto

Por su parte, Fluvio Ruiz Alarcón señaló que la Secretaría de Hacienda “controla y reparte” la totalidad de los ingresos excedentes del petróleo con fundamento en criterios financieros convertidos en obligaciones de ley.

También criticó la propuesta de reforma en materia de derechos, enviada el 13 de mayo por el Ejecutivo Federal, porque adiciona tres derechos sobre extracción de petróleo crudo y gas natural en los campos de Chicontepec y aguas profundas. También crea uno más que, dijo, resulta poco significativo, al que se denomina derecho para la fiscalización tributaria.

“Salvo estas propuestas, la parte fiscal de Pemex se mantiene intacta, es decir, tan sólo se adecua el marco jurídico en materia de derechos para engarzar las propuestas operativas, donde el capital privado jugará un papel fundamental, y aquellas que tienen que ver con las contribuciones que deberán reportar Pemex y los privados que participen en las actividades de la industria petrolera, específicamente en Chicontepec y aguas profundas”.

Para el priísta Jorge Chávez Presa no cabe sombra de duda respecto de la propiedad de la renta petrolera: no le pertenece ni al gobierno ni a Pemex; corresponde a la nación el dominio directo sobre los hidrocarburos y, consecuentemente, las ganancias que esto genera.

“El gobierno tiene la obligación de destinar estos ingresos extraordinarios a conformar la riqueza de la nación. Esto, tristemente no ha sucedido así. Los mexicanos, por falta de ingresos tributarios, hemos dilapidado la riqueza petrolera. Como estos ingresos provienen de un recurso natural no renovable, significa que en su aplicación deben ser consideradas las futuras generaciones.

“La única forma de tomar en cuenta a las futuras generaciones en la explotación de los hidrocarburos es transformando la renta petrolera en activos o bienes de capital, que pueden ser infraestructura de alta rentabilidad social, capital humano, invertir en el bienestar de la población, en ciencia y tecnología que amplíen el potencial productivo de la economía nacional, esto es, generar riqueza”.

Para Sergio Ramírez Martínez Pemex está a un paso de la crisis, porque la empresa importa 40 por ciento de las gasolinas; subsidia el consumo de petrolíferos; las reservas han caído casi 28 por ciento; se tiene enorme deuda en Pidiregas; se encuentra descapitalizada; se tiene dificultad para contratar financiamientos, y carece de personal calificado para enfrentar graves retos.

Subrayó que “la falta de inversión en las áreas de refinación y petroquímica, actualmente ineficientes, podrá resolverse mediante una adecuada y bien regulada mezcla de la participación de Pemex y de la iniciativa privada”.

En abierta defensa de la iniciativa gubernamental, Roberto Newell, director del Instituto Mexicano para la Competitividad, adujo que generaría mayores beneficios para el país:

“Daría estabilidad a la finanzas públicas y con ello mejores perspectivas de competitividad, y mejoraría el funcionamiento del mercado energético a través de una mejor arquitectura institucional. Se obtendría el mandato institucional más claro para Pemex y se fortalecería la autonomía de gestión”.

Asunto fiscal, no energético

En tanto, Mario di Costanzo criticó la iniciativa calderonista en materia del régimen fiscal de la paraestatal, porque “el problema obedece a un asunto fiscal y presupuestario, y no de carácter energético. Pemex es uno de los principales damnificados de la política económica. Por ello la solución debe buscarse en el marco de una reforma hacendaria que provea los recursos financieros que permitan el diseño de una política energética que respete el marco constitucional y no lo viole”.

En contra de esas críticas, el subsecretario de Ingresos José Antonio Meade, repitió parte del discurso de Felipe Calderón en defensa de la iniciativa, al subrayar que el esquema tributario propuesto aporta las bases para el desarrollo nacional.

“Los mexicanos son dueños de la renta petrolera sólo en la medida en que Pemex pague impuestos, y el organismo estará en posibilidad de pagarlos en tanto logre extraer petróleo de los yacimientos.”

viernes, 13 de junio de 2008

NO CONCUERDAN LAS CIFRAS DE PEMEX Y DE HACIENDA CON RESPECTO AL PAGO DE DERECHOS A LA EXPLOTACION DE HIDROCARBUROS


De acuerdo con el reporte de resultados financieros publicado por Pemex al primer trimestre del presente año, se observa de que a pesar de que la paraestatal tuvo ventas totales por 321 mil 463 millones de pesos, cifra que represento un incremento de 32.1% con respecto al mismo periodo del año anterior, obtuvo un rendimiento neto, es decir una utilidad de sólo 3 mil 253 millones de pesos.

Esta situación se explica porque del mismo documento se observa que durante los tres primeros meses del presente año Pemex entregó impuestos, derechos y aprovechamientos al fisco por 201 mil 642 millones de pesos, lo que significó una carga fiscal neta efectiva de 62.72%, en otras palabras la paraestatal le entrego a la SHCP más del 62% de sus ventas totales.

Cabe señalar que del total de ventas, el 49.05%, es decir 157 mil 695 millones de pesos fueron por concepto de exportaciones, mismas que mostraron un incremento del 48% con respecto al mismo período del año anterior, lo que se explica fundamentalmente por el elevado precio del petróleo y confirma la existencia de excedentes petroleros.



Esta situación de elevados ingresos y poca utilidad para Pemex que no es nueva, pero no por ello deja de ser escandalosa, se ha visto reforzada por las recientes declaraciones de Agustin Carstens y de Georgina Kessel en el sentido de que no existen excedentes petroleros en virtud del subsidio a la gasolina, a pesar de que el precio al que se exporta el petróleo mexicano ha sido muy superior a lo largo del año, a lo que fue presupuestado originalmente (49.50 dpb).

Dentro de estos enredos ha surgido una nueva divergencia pues si comparamos los diferentes datos que reporta la SHCP con los que reporta Pemex, se observa que mientras que Hacienda establece que los ingresos propios de Pemex fueron de 11 mil millones de pesos, la paraestatal señala que sólo tuvo un remanente de 3 mil 253 millones.

Sin embargo en materia de los derechos que paga PEMEX por concepto de Hidrocarburos, las diferencias con lo que la SHCP reporta que recibió de la paraestatal, son totalmente diferentes.





Si comparamos ambos informes nos damos cuenta que no existe relación alguna y mientras que la paraestatal reporta que entrego al fisco 201 mil 642 millones de pesos, la Secretaria de Hacienda, en su informe sobre las situación de las finanzas públicas al mes de marzo de 2008, sostiene que recibió 253 mil 576 millones de pesos; es decir que existe una diferencia de aproximadamente 52 mil millones de pesos .

Asi por ejemplo mientras que Pemex reporta que entrego 173 mil 596 millones de pesos por concepto de derecho ordinario sobre hidrocarburos, la SHCP reporta que recibió 229 mil 505.7 millones de pesos.




Lo más preocupante es que mientras que Pemex reportó que había entregado 18 mil 724 millones de pesos para el Fondo de estabilización de los precios del petróleo y la SHCP reporto que recibió para este concepto 16 mil 397 millones de pesos, si se revisa dentro del mismo informe de hacienda el saldo actual del Fondo de Estabilización de los Precios del Petróleo, se puede observar que este ascendió al mes de marzo de 2008 a 56 mil 903 millones de pesos, mientras que en diciembre de 2007 (es decir tres meses antes) registró un saldo de 57 mil 284 millones de pesos, cifra que inclusive resulta superior al saldo actual, esto muestra claramente que el saldo actual de dicho fideicomiso no refleja las aportaciones que hizo Pemex, durante el primer trimestre del presente año, que a decir de Pemex fueron de 18 mil 724 millones de pesos.

Más contratos a Oceanografía y a Cotemar:


De manera adicional se observa que en la sección de anexos del informe financiero de la paraestatal, durante el primer trimestre del año, se continúo con la adjudicación de contratos a la empresa de Oceanografía y Cotemar , a las cuales inclusive ya se les habían cancelado diversos contratos por estar involucradas en manejos poco transparentes y en accidentes que han costado la vida de trabajadores.


De esta manera del informe se observa que durante el primer trimestre del año, se otorgaron 5 contratos para transportación marítima a Oceanografía por 1 mil 429 millones de pesos, mientras que a Cotemar se otorgó un contrato por 2 mil 680 millones de pesos.

jueves, 12 de junio de 2008

Agustín Carstens miente sobre los excedentes petroleros y viola el decreto de presupuesto de egresos para 2008:

al mes de marzo del presente año el precio de importación de gasolina fue menor al que se vende en el país

Mario Di Costanzo,
Secretario de la Hacienda Pública,

Gobierno Legítimo


Agustín Carstens miente al negar la existencia de excedentes petroleros viola el Decreto de Presupuesto para desaparecer los excedentes petroleros, más aún si para ello ha argumentado que el costo de las importaciones de gasolina está absorbiendo los excedentes petroleros.

Sin embargo datos de PEMEX muestran que el precio promedio de importación de gasolina durante el primer trimestre fue de $ 7.39 para la gasolina magna y de $ 7.44 para la gasolina Premium, esto significa que el precio promedio de importación de ambos tipos de energéticos fue $ 7.41 por lo que en realidad el precio de importación fue menor al que se vendió a las gasolineras del país, ya que del mismo documento de PEMEX se observa que durante el primer trimestre del año el precio a gasolineras nacionales fue de 7.08 para la gasolina magna y de 8.86 para la gasolina Premium.

Esto significa que a pesar de que durante el primer trimestre del año, se importaron aproximadamente 30 millones 687 mil litros de gasolina, el diferencial de precios entre importación y venta en el mercado interno le genero a PEMEX ingresos por aproximadamente 3 mil 434 millones de pesos.

Excedentes Petroleros al mes de marzo:

Para corroborar lo anterior sólo basta mencionar que de acuerdo con información de PEMEX durante los tres primeros meses del año el precio promedio de `la mezcla mexicana de exportación de crudo, se ubico en 82.8 dólares por barril con una plataforma de exportación mensual promedio de 44.9 millones de barriles.

Lo anterior significa que durante los 3 primeros meses del año los ingresos por concepto de exportación de petróleo ascendieron a 120 mil 853 millones de pesos, esta cifra resulto en un excedente de 37 mil 129 millones de pesos, con respecto a la estimación original en virtud de que en la Ley de Ingresos para 2008, se proyectó un precio promedio de 49.5 dólares por barril de la mezcla mexicana de exportación y una plataforma de exportación de 50.3 millones de barriles mensuales.

Sin embargo, a pesar de estos cuantiosos excedentes Agustín Carstens ha pretendido “esconder” o “negar” su existencia argumentando que dichos excedentes se han utilizado para financiar las importaciones de gasolina, que han aumentado en valor debido principalmente al incremento de las “gasolinas en Estados Unidos” como consecuencia del incremento en los precios del petróleo.


Por ello, el señalamiento de Carstens es un argumento falso y tendencioso ya que de acuerdo con información de PEMEX actualmente el costo promedio de la importación de gasolina como lo establece PEMEX en su oficio GP- 0437/2008 de fecha 13 de mayo de 2008, 7.41 pesos lo anterior significa que en promedio por lo menos para el primer trimestre del año, el costo de un barril de gasolina importado fue de 112.3 dólares por barril.

De esta manera, si asumimos estos valores , el costo de importación para México de un barril de gasolina es de 112.3 dólares por barril dado que un barril equivale a 159 litros y de acuerdo con PEMEX, al mes de marzo se habían importado 30 millones 687 mil barriles de gasolina, el gasto total en importación de gasolina fue de 37 mil 200 millones de pesos, sin embargo a este total tenemos que descontarle, los ingresos que obtuvo PEMEX por la venta de esa gasolina importada, puesto que PEMEX importa esa gasolina para venderla en el mercado nacional.

En virtud de que el precio promedio de venta de la gasolina que importa PEMEX (Magna y Premium) es de 7.97 pesos, es decir 0.75 centavos de dólar, se puede decir que PEMEX recupera 120.7 dólares por cada barril que importa, o dicho de otra manera, “que el subsidio neto actual por cada barril de petróleo importado es negativo” es decir que PEMEX no subsidió al menos al mes de marzo del presente año la importación de gasolina, ya que dados estos precios durante los tres primeros meses del año, la venta neta total de gasolina arrojo una utilidad para PEMEX DE 3 MIL 434 MILLONES DE PESOS, QUE SE REFLEJA EN EL CUADRO 2 COMO UN SUBSIDIO NEGATIVO.


Inconsistencias en las Estadísticas Presentadas al Mes de Marzo Violan Decreto de Presupuesto y Ley de Ingresos:

Más aún, de acuerdo a la “página A2” de los anexos del Informe Trimestral de Finanzas Públicas más reciente, se observa que los ingresos totales del sector público durante el primer trimestre del presente año, ascendieron a 674 mil 628.4 millones de pesos, cifra superior en 20 mil 429 millones de pesos a la proyectada originalmente.

Sin embargo, si revisamos la información publicada por la SHCP, se observa que los ingresos recibidos por concepto de “Derechos a los Hidrocarburos”, fueron de 229 mil 505.7 millones de pesos, lo que representó un ingreso adicional a los programado por 82 mil 29 millones de pesos, pero mañosamente la misma SHCP, señala que la recaudación por concepto deI Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), FUE NEGATIVA en -61 mil 749 millones de pesos, esto significa en otras palabras que la SHCP de manera absurda y mañosa está descontando artificialmente una supuesta “desrecaudación de 61 mil 749 millones de pesos, de los ingresos excedentes por concepto de “Derechos sobre Hidrocarburos” que fueron de 82 mil 29 millones de pesos, para concluir que los “ingresos excedentes durante el primer trimestre del año, son de sólo 20 mil 429 millones de pesos.

Cabe destacar que si como lo ha señalado el informe referido esta desrecaudación obedece al subsidio que implica el diferencial de precio entre la importación de la gasolina y la venta en el mercado interno de las mismas, el “subsidio otorgado” debería de registrarse o bien reflejarse en los diversos conceptos del gasto programable y no como un ingreso negativo, en virtud de que se distorsiona la evolución real tanto del ingreso como del gasto, violando con ello el Decreto de Presupuesto para 2008.

Más aún, tan existen ingresos excedentes que si se revisa el resultado del ejercicio presupuestario se observa que durante el primer trimestre del año, las finanzas del sector público arrojaron un superávit fiscal, es decir más ingresos que gastos, por 100 mil millones de pesos.

jueves, 5 de junio de 2008

CON CALDERON LA PÉRDIDA EN EL PODER ADQUISITIVO DEL SALARIO MINIMO ES YA DEL 27%:

ES URGENTE UN INCREMENTO SALARIAL DE EMERGENCIA Y LA DEROGACION DEL IMPUESTO DEL 2% Y LA REGULACION EN EL MERCADO

Mario Di Costanzo,
Secretario de la Hacienda Pública,
Gobierno Legítimo

De acuerdo con datos obtenidos por la Secretaria de la Hacienda Pública del Gobierno Legitimo se observa que la evolución de los precios de 42 productos que componen la canasta básica revela que durante los 18 meses de administración de Felipe Calderón, el poder adquisitivo del salario mínimo ha registrado una pérdida acumulada que asciende al 27% y que se acentuará durante los próximos meses afectando con ello el nivel de vida de toda la población.

Para corroborar lo anterior sólo basta señalar, que de acuerdo con información publicada por la Procuraduría Federal del Consumidor se observa que, en diciembre de 2006, el costo de “una canasta básica” de 42 productos se ubicó en 818.44 pesos, lo que significa que una persona que percibiera el salario mínimo tenía que destinar 134.81 horas de trabajo, es decir 16.8 días de trabajo (en jornadas de 8 horas), para adquirir estos productos, mientras que para el mes de mayo del presente año, la misma persona tiene que destinar 183 horas de trabajo, es decir 23 días de trabajo (en jornadas de 8 horas) para adquirir la misma canasta de 42 productos básicos para su sustento.

Así por ejemplo productos como el frijol, la lenteja, el huevo, el arroz, la carne, el pollo han registrado incrementos superiores al 50% , por lo que por ejemplo mientras que una persona que percibiera el salario mínimo en enero de 2006, tenía que destinar 2.54 horas de trabajo para adquirir un kilo de frijol, para el mes de mayo del presente año, tiene que destinar 2.74 horas de trabajo para adquirir el mismo producto, o para adquirir un kilogramo de carne molida a la que ahora tiene que dedicar 10.81 horas de trabajo, mientras que hace 18 meses tenía que destinar 10.14 horas de trabajo.

Cabe señalar que el repunte en el crecimiento de los precios y en especial en el caso de los alimentos, afectan mucho más a las personas de bajos ingresos, ya que de acuerdo a la última encuesta de ingreso-gasto, llevada a cabo por el INEGI, los mexicanos destinan en promedio el 30% de su ingreso para adquirir alimentos, el 18% de este para transporte, el 15% para educación entre otros.

Esta situación deteriorara aún más la precaria distribución del ingreso en el país, y polarizara aún más a la sociedad, ya que por ejemplo como señalamos anteriormente, mientras que un obrero requiere actualmente de 23 días de trabajo para adquirir una canasta básica, Felipe Calderón o Agustín Carstens, dados los salarios que perciben requieren de tan sólo 1.9 horas de trabajo para adquirir esta canasta básica de 42 productos.

Hay que recordar la entrada en vigor del impuesto del 2% a las transacciones en efectivo, reducirá aún más el poder adquisitivo de las personas, por lo que debe ser derogado.

A esta situación se añade el intermediarismo y la especulación sobre todo en el sector de granos básicos, frutas y legumbres y hortalizas que se explica por la existencia de grandes y poderosas empresas, que debido a la capacidad económica que tienen actúan como monopolios o bien se ponen de acuerdo entre varias ejerciendo un control oligopolio del mercado en el que operan.

Esta situación que desde hace mucho tiempo ha existido en nuestro país, se ha manifestado más duramente, por el “efecto aparente” del incremento de los alimentos a nivel mundial.

De esta manera, si revisamos los precios al mayoreo de diversos productos que se pueden adquirir en la central de abasto y los comparamos con los que se pueden encontrar en la diferentes tiendas de autoservicio como; Wall Mart, Chedraui, Comercial Mexicana o Soriana, nos damos cuenta que en la mayoría de los casos, existen diferencias que pueden ser hasta del 500%.

Así por ejemplo, se observa que mientras que el maíz blanco, el frijol, la zanahoria y el pollo entero, se cotizaron la semana pasada en la central de Abasto del DF, en 3.40, 7.60, 2.86 y 7.60 pesos por kilogramo respectivamente, en las principales tiendas de autoservicio del DF y de la zona metropolitana, sus precios por kilogramo se ubicaron en 16.69, 18.00, 9.99 y 26.0 pesos por kilogramo; lo que significa un diferencia 390.8%, 136.84%, 249.30%, 242.1%, respectivamente. (véase cuadro 2).

Por ello, es preciso que el Senado de la República apruebe la iniciativa de Ley de Precios Competitivos que a finales del mes de noviembre de 2006, Andrés Manuel López Obrador, envió a los senadores del Frente Amplio Progresista.

Conviene recordar, que dicha ley persigue retornar a las políticas de “fijación o control de precios” sino más busca el combate a las prácticas monopólicas u oligopólicas en cuánto a su manifestación que es la existencia de “precios exagerados” en la economía.

Para ello, la Ley de Precios Competitivos que fue enviada al Senado de la República en el mes de noviembre de 2006, busca el establecimiento de una Comisión de Precios” que estaría analizando en base a diversos indicadores como índices de precios, costos, etc, el nivel que deben tener los precios al público, y cuándo esta Comisión determinara que existen elementos suficientes para determinar que el precio de un `bien o servicio es “exagerado” se tomarían las medidas conducentes.

Finalmente conviene mencionar que la Comisión de Precios, no estaría suplantando o duplicando las funciones de la Comisión Federal de Competencia, ya que mientras la primera combatiría la existencia de prácticas monopólicas u oligopólicas por sus efectos; la CFC continuaría combatiendo las prácticas monopólicas u oligopólicas por sus causas; es decir por la concentración del mercado o la dominancia.


domingo, 1 de junio de 2008

LA DEMAGOGIA ES LA HIPOCRESÍA DEL PROGRESO

Mario Di Costanzo Armenta

Ahora resulta que 15 meses después de que Andrés Manuel López Obrador, advirtiera de la necesidad de establecer un Programa para Defender la Economía Popular Frente a la Carestía, Felipe Calderón anuncio un plan para apoyar la economía de las familias más pobres del país y al mismo tiempo garantizar el abasto de alimentos básicos para la economía.

Sin embargo, es conveniente advertir que su propuesta es demagógica e ineficiente, por lo que resultará totalmente ineficaz para revertir el deterioro del nivel de vida de la población y en especial de los grupos más vulnerables.

Para corroborar lo anterior basta mencionar que el plan anunciado por Calderón es sólo un resumen de lo que se ha venido haciendo desde que estallara hace más de un año la llamada “crisis del maíz y la tortilla”; es decir, los “eruditos” diseñadores de este plan pretenden solucionar el problema del abasto y del precio de los alimentos, permitiendo la entrada de mayores importaciones de los mismos.

¿Qué acaso no saben que una parte del problema es que el precio de los alimentos se ha incrementado en el resto del mundo y que por más que se “abran las fronteras” compraremos comida cara en el exterior?

Por esa misma razón, López Obrador propuso desde el 29 de enero de 2007 que la solución debía ser de fondo y centrarse en aumentar la producción, con base en una mayor productividad, en programas de apoyo a productores, inversiones públicas y la adopción de una estrategia moderna de mediano y largo plazo, para recuperar la autosuficiencia en la producción de alimentos, y con ello estar razonablemente protegidos ante los aumentos de los precios internacionales, cuyas causas escapan a nuestro control.

Resulta insultante que ahora le preocupe a Calderón el incremento en el costo de los fertilizantes y que hace dos semanas haya “cerrado” operaciones —por no ser rentable— la petroquímica de Cosoleacaque, que era la única planta en el país que producía amoníaco, el principal insumo para la elaboración de fertilizantes.

Pero la demagogia de su programa alcanza su punto máximo con el incremento de 120 pesos en el apoyo que hasta ahora es de 535 pesos al mes y que se otorga a cinco millones de familias mediante el Programa Oportunidades: en primer lugar, porque el apoyo otorgado, con todo y el incremento (655 pesos mensuales), sigue siendo inferior al Programa de Pensión Alimentaria para Adultos Mayores que implementó López Obrador durante su gestión como jefe de gobierno del Distrito Federal a las personas de la tercera edad.

Es mezquino, ya que el incremento de 120 pesos a cada beneficiario del Programa Oportunidades representa un costo adicional de sólo 600 millones de pesos mensuales, cuando las finanzas públicas al mes de marzo del presente año registraron un superávit (es decir, más ingresos que gastos) por 100 mil millones de pesos.

Es una aceptación tácita de que el costo de la vida se ha incrementado, en lo que va del año, en más de 22% y no en 4.5% como lo establece el Banco de México, ya que el incremento de 120 pesos representa apenas 22% más de lo que hasta ahora reciben estas personas.

Vuelve a ser mentiroso cuando señala que “el gobierno federal seguirá realizando un esfuerzo para evitar el aumento del precio de los energéticos y para ello se destinarán casi 200 mil millones de pesos, que provienen de los recursos excedentes derivados del mayor precio del petróleo”.

En este punto, y en particular en el tema de la gasolina, Calderón vuelve a decir medias verdades, ya que actualmente el costo promedio de la gasolina en Estados Unidos es de 3.78 dólares por galón, lo que significa que un litro de gasolina en la Unión Americana cuesta aproximadamente un dólar: luego entonces, un barril de gasolina (a precio de gasolinera) cuesta 159 dólares.

Por ello, si asumimos que por máximo (dado que estamos tomando un valor de gasolinera) el costo de importación para México de un barril de gasolina es de 159 dólares por barril y de acuerdo con PEMEX al mes de abril se habían importado 38 millones 64 mil barriles de gasolina, el gasto en importación fue de 65 mil 19 millones de pesos, pero a este total tenemos que descontarle los ingresos que obtuvo PEMEX por la venta de esa gasolina importada, puesto que la vende en el mercado nacional: en virtud de que el precio promedio de venta de la gasolina que importa PEMEX (Magna y Premium) es de 8 pesos, es decir 0.73 centavos de dólar, se puede decir que PEMEX recupera 116 dólares por cada barril que importa, o dicho de otra manera, “que el subsidio neto actual por cada barril de petróleo importado es de 42.9 dólares”.

Lo cual implica que durante los cuatro primeros meses del año, el subsidio neto total a la importación de gasolina fue de 17 mil 555 millones de pesos, cifra que representa 34% de los excedentes petroleros, que se ubicaron en 51 mil 500 millones de pesos.
Finalmente, quiero mencionar que como respuesta a mi colaboración anterior, se recibió en este periódico una carta enviada por la oficina del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, en la que señalaba entre otras cosas que no había pruebas o evidencias de que durante la reprivatización de los bancos hubiesen existido irregularidades o tráfico de influencias.

En razón de lo anterior, no me queda más que invitar al ex presidente a debatir públicamente sobre este asunto, sin que esto sea un tema de “política ficción”.