domingo, 27 de julio de 2008

Se Trata de la Misma Gata pero Empanizada

Sin lugar a dudas, el maridaje entre el PRI y el PAN volvió a quedar de manifiesto, pues cuando la propuesta calderonista de privatización del sector petrolero, estaba prácticamente desechada, el Senador Manlio Fabio Beltrones, presentó la versión “reloaded” tal como en la película “Matrix”, del proyecto privatizador de Felipe Calderón.

De esta manera, y no obstante las diferencias en cuanto al número de ordenamientos jurídicos creados o modificados, de la comparación de ambos proyectos se puede observar que presentan las mismas deficiencias; siendo la única diferencia, la forma en la que se estaría dando paso a la inversión privada.

Esta diferencia, en cuanto a forma, más no en fondo, se puede advertir si comparamos las modificaciones propuestas a la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional; para ello, sólo basta mencionar que ambos proyectos buscan en esencia modificar la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en materia de petróleo.

Así, mientras que en la propuesta de Felipe Calderón la privatización es directa, en la presentada por Manlio Fabio Beltrones, esta se hace por “la puerta de atrás” al crear la figura denominada “organismos descentralizados de carácter estratégico” que son un mecanismo para eludir lo dispuesto por el Artículo 27 Constitucional, que establece claramente, la exclusividad del Estado en materia de explotación de hidrocarburos, añadiendo que “en esta materia no se otorgarán contratos o concesiones de ninguna especie”.

Es decir, mientras que Felipe Calderón ha propuesto la modificación al artículo 4 de la Ley Reglamentaria del 27 Constitucional para establecer que; “Petróleos Mexicanos, sus organismos subsidiarios y los sectores social y privado, previo permiso, podrán realizar las actividades de transporte, almacenamiento y distribución de gas, de los productos que se obtengan de la refinación de petróleo y de petroquímicos básicos.”

Y añade que; “Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios podrán contratar con terceros los servicios de refinación de petróleo”.

Manlio Fabio Beltrones ha propuesto que “El Ejecutivo Federal podrá constituir, por decreto, organismos descentralizados con carácter estratégico filiales de Petróleos Mexicanos, con el objeto de realizar, por cuenta de aquél, las actividades de construcción de ductos y los servicios de refinación de petróleo, transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos y derivados de éstos, que forman parte de la industria petrolera. Dichos organismos filiales serán propiedad exclusiva de Petróleos Mexicanos y se constituirán a propuesta de su Consejo de Administración”.

Añadiendo que:

“En los términos de su propia ley orgánica, Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios, así como los organismos filiales referidos en el párrafo anterior, estarán dotados de plena autonomía de gestión y presupuestaria, incluyendo la regulación para la contratación de obras, adquisiciones, arrendamientos y servicios”.

Lo anterior significa que Pemex podrá crear “empresas filiales estratégicas” que gozarán de autonomía de gestión en toda la cadena de valor de la industria y aún y cuando se establece que estas empresas serán propiedad de la propia paraestatal, es decir de la Nación, no existe en la iniciativa priista ningún impedimento para que estas “filiales estratégicas de Pemex” se puedan asociar en cualquier actividad de la cadena productiva (exploración, distribución, transporte, almacenamiento, etc) con alguna empresa privada sea nacional o extranjera y en cualquier porcentaje de participación, dado que dichas filiales gozarán de autonomía de gestión.

Es decir y a manera de ejemplo; Petróleos Mexicanos, podría decidir crear una filial que se dedicara a la refinación de petróleo misma que podría ser una refinería en operación como la de Cadereyta o Cd. Madero.

En tal virtud, estas refinerías ya convertidas en una “filial estratégica de Pemex” y dada su autonomía de gestión; podrían asociarse con Exxon, Shell, o Halliburton para “ampliar o construir” la propia refinería o una nueva” en cualquier porcentaje de participación por que al final, serían esas petroleras extranjeras las que llevarían a cabo las actividades de la cadena productiva y con ello se violaría la Constitución, al transferir esas actividades estratégicas y por la tanto parte de la “renta petrolera” a la iniciativa privada.

Es muy importante señalar que ninguno de los 2 proyectos se aborda y y mucho menos se soluciona el problema fiscal y presupuestario que enfrenta Petróleos Mexicanos.

Mucho menos aún, se garantiza que lo excedentes petroleros se destinaran exclusivamente a Petróleos Mexicanos en virtud de que en la propuesta de Manlio se establece que Pemex podrá contar con el excedente de sus “ingresos propios”; al respecto cabe señalar que no es lo mismo lo que hasta ahora se entiende como excedentes petroleros y lo que se define como un “ingreso propio de Pemex”.

Por las demás cuestiones, como las relativas al Órgano de Gobierno de Pemex, a los Comités de Transparencia, a la “autonomía de la paraestatal”, al manejo de su deuda, ingresos excedentes, bonos ciudadanos, licitaciones (con excepción de los contratos de riesgo), es prácticamente lo mismo que ha propuesto por Felipe Calderón, por lo que al final de cuentas, se puede concluir que se trata de la misma gata pero empanizada.

martes, 22 de julio de 2008

LOS EXCEDENTES PETROLEROS AL MES DE JUNIO FUERON DE 92 MIL MILLONES DE PESOS Y EL COSTO NETO DE LA IMPORTACION DE GASOLINA DE 7 MIL 800 MILLONES

De acuerdo con información de PEMEX durante el primer semestre del año el precio promedio de `la mezcla mexicana de exportación de crudo, se ubico en 93.9 dólares por barril con una plataforma de exportación mensual promedio de 43.6 millones de barriles, con lo que los excedentes petroleros al mes de junio se ascendieron a 92 mil 276 millones de pesos, con los que los excedentes acumulados en los 18 primeros meses de la administración de Felipe Calderón se ubicaron en 236 mil 812.4 millones de pesos, cifra superior en 150% a los recursos destinados a la inversiòn publica directa en PEMEX durante los ùltimos 8 años.

Lo anterior significa que durante los 6 primeros meses del año los ingresos por concepto de exportación de petróleo ascendieron a 259 mil 727 millones de pesos, cifra que resulto en un excedente de 92 mil 276 millones de pesos, con respecto a la estimación original, en virtud de que en la Ley de Ingresos para 2008, se proyectó un precio promedio de 49.5 dólares por barril y una plataforma de exportación de 50.3 millones de barriles mensuales, con lo que la proyección original ubicaba los ingresos por exportación de petróleo en 167 mil 450 millones, cifra que fue ampliamente superada, debido al comportamiento del precio del petróleo en el mercado internacional.



Sin embargo, a pesar de estos cuantiosos excedentes el Gobierno Federal ha pretendido “esconder” o “negar” su existencia argumentando que dichos excedentes se han utilizado para financiar las importaciones de gasolina, que han aumentado en valor debido principalmente al incremento de las “gasolinas en Estados Unidos” como consecuencia del incremento en los precios del petróleo.

De esta manera, y de acuerdo el oficio GP- 0437/2008 de fecha 13 de mayo de 2008, de PEMEX se observa que el precio promedio de importación de gasolina durante el primer trimestre fue de $ 7.39 para la gasolina magna y de $ 7.44 para la gasolina Premium, esto significa que el precio promedio de importación de ambos tipos de energéticos fue $ 7.41 por lo que en realidad el precio de importación fue menor al que se vendió a las gasolineras del país, ya que del mismo documento de PEMEX se observa que durante el primer trimestre del año el precio a gasolineras nacionales fue de 7.08 para la gasolina magna y de 8.86 para la gasolina Premium.

Esto significa que a pesar de que durante el primer trimestre del año, se importaron aproximadamente 30 millones 687 mil litros de gasolina, el diferencial de precios entre importación y venta en el mercado interno le genero a PEMEX ingresos por aproximadamente 2 mil 783 millones de pesos.

Sin embargo para el segundo trimestre, asumiendo que actualmente el costo promedio de la gasolina en los Estados Unidos es de 3.78 dólares por galón, es decir que un litro de gasolina en la unión americana cuesta aproximadamente un dólar, entonces un barril de gasolina (a precio de gasolinera) cuesta 159 dólares.

Por ello, si consideramos que la importación total de gasolina durante el segundo trimestre del año fue de 28 millones 827 mil barriles y asumimos un costo de 159 dólares por barril, se obtiene que el gasto total en importación de gasolina durante el segundo trimestre del año fue de 47 mil 751 millones de pesos.

Sin embargo a este total tenemos que descontarle, los ingresos que obtuvo PEMEX por la venta de esa gasolina importada, misma que vendió en promedio durante el segundo trimestre del año en 121 dólares por barril, por lo que obtuvo ingresos de 36 mil 500 millones de pesos, con lo que el costo neto de la importación de gasolina al segundo trimestre del año, fue de 11 mil 251 millones de pesos.

De esta manera, si consideramos que durante el primer trimestre del año, prácticamente el costo de la importación de gasolina, fue menor al precio de venta en el mercado interno, el costo neto acumulado de la importación de gasolina, durante los primeros 6 meses del año fue de 7 mil 817 millones de pesos, que representaron el 8.4% de los excedentes petroleros generados al primer semestre del año.


domingo, 13 de julio de 2008

A mis amigos, justicia y gracia; a los demás, la ley a secas

Sin lugar a dudas, el titulo de esta colaboración describe totalmente al régimen fiscal que opera en el país, pues mientras un selecto grupo de empresarios goza de verdaderos paraísos fiscales, el resto de los contribuyentes es víctima del “largo brazo de la ley” en materia de aplicación y el pago de impuestos.

Señalo lo anterior porque, en días pasados, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público entregó a la Cámara de Diputados el Presupuesto de Gastos Fiscales para 2008 (“presupuesto” que comprende en términos generales lo que el gobierno dejará de recaudar por la existencia de créditos fiscales, condonaciones, facilidades, estímulos, deducciones autorizadas, tratamientos y regímenes especiales) y en él se observa que, a pesar de que tanto Agustín Carstens como Felipe Calderón en su momento señalaron que con la “reforma fiscal aprobada” —en particular con la aplicación del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU)—, se acabarían los paraísos fiscales en que tributaban las grandes empresas y cuya existencia les permitía prácticamente no pagar impuestos, la realidad refleja que no fue así.

Se puede observar que por concepto de “consolidación fiscal”, régimen que supuestamente había desaparecido, se dejarán de recaudar 51 mil 794 millones de pesos, y por conceptos relativos a la deducción acelerada de activos, llamada “depreciación acelerada de activos”, se dejarán de recibir otros 42 mil 96 millones.

Es decir, que de acuerdo con la propia dependencia que dirige Agustin Carstens, la existencia de estas dos “facilidades” que utilizan sólo por las grandes empresas le costará al fisco mexicano en el presente año 93 mil 890 millones de pesos.

Cabe destacar que si a lo anterior añadimos la pérdida de recaudación derivada de “otras facilidades administrativas”, dirigidas también a las grandes empresas, se obtiene que “el hoyo fiscal” que provocarán los impuestos no pagados asciende a poco más de 200 mil millones de pesos.

Esta cifra, que por “mera casualidad” es similar a los excedentes petroleros que se generarán durante el presente año, nos podría sonar como una locura… si no supiéramos que, de acuerdo con informes de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), diversas empresas identificadas con la guerra sucia desatada contra Andrés Manuel López Obrador durante su campaña electoral de 2006 prácticamente no pagaron impuestos el año pasado y, por lo que se observa, tampoco pagarán este año.

Así, por ejemplo, el año pasado CEMEX tuvo ventas por 236 mil 669 millones de pesos, pero pagó impuestos por cuatro mil 796 millones; es decir, 2% de sus ventas, pero también reportó impuestos diferidos por 50 mil 397 millones de pesos: por cada peso que pagó de impuestos, las “leyes fiscales” le permitieron postergar el pago de diez pesos.

O bien el caso de BIMBO, que registró ventas por 72 mil 294 millones de pesos y pagó impuestos por mil 692 millones de pesos; es decir, 2.3% de sus ventas, e impuestos diferidos por mil 318 millones de pesos: por cada peso que pagó, se le permitió diferir 67 centavos.

Aquí convendría que se preguntaran mis estimados lectores, a ustedes, ¿cuánto dinero de los impuestos les ha permitido “diferir” la Secretaria de Hacienda? O bien, ¿acaso les permiten pagar impuestos por el equivalente a 2% de sus salarios o, en el caso de las pequeñas y medianas empresas, por 2% de sus ventas?

Lo peor de todo es que para la mayoría de los economistas, el impuesto más inequitativo que existe es la inflación, ya que le pega más duro a quien menos tiene, y lo comento porque de acuerdo con el Banco de México el crecimiento de los precios ya es alarmante, por lo que además del IETU, el IDE, el IVA y el impuesto a la gasolina ahora tenemos que pagar el “impuesto inflacionario”.

Por eso digo que, a mis amigos, justicia y gracia; y a los demás, la ley a secas.

viernes, 4 de julio de 2008

LA REFORMA FISCAL NO AFECTO A LAS GRANDES EMPRESAS: 202 MIL MILLONES DE PESOS SE DEJARAN DE RECAUDAR POR TRATAMIENTOS ESPECIALES

En el artículo 28 de la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 2008, se establece la obligación para la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de publicar en su página de Internet y entregar a la Cámara De Diputados, el Presupuesto de Gastos Fiscales.


Este “presupuesto” comprende en términos generales, los montos que deja de recaudar el erario federal por disposiciones establecidas en las distintas leyes que en materia tributaria aplican a nivel federal.


De esta manera y a pesar de que tanto Agustín Carstens como Felipe Calderón, en su momento señalaron que el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), tenía como objetivo “acabar con los paraísos fiscales en que tributaban las grandes empresas”; la realidad refleja que no fue así y que la falta de recaudación por este concepto, es lo que en realidad ha impedido disminuir de manera significativa “el régimen fiscal confiscatorio” que Pemex enfrenta.



Para corroborar lo anterior, sólo basta mencionar que de los 772 mil 364 millones de pesos que se dejaran de recaudar por concepto de tasas diferenciadas en los distintos impuestos, exenciones, subsidios y créditos fiscales, condonaciones, facilidades, estímulos, deducciones autorizadas, tratamientos y regímenes especiales, el 26%, es decir 202 mil 144 millones de pesos, corresponde directamente a conceptos relacionados con “grandes empresas”, lo que supera por mucho a los 122 mil 192.5 millones de pesos, que se dejaran de recaudar por la aplicación de la tasa cero en alimentos.

A) El caso del IETU:

Así en lo que se refiere al IETU, de los 96 mil 309 millones de pesos que se dejaran de recaudar, casi la mitad, es decir 42 mil 847.3 millones de pesos, se explican por concepto de las exenciones y tratamientos especiales que se otorgaron a las empresas en la fase final de aprobación de dicho impuesto , de esta manera, por consolidación fiscal se dejarán de recaudar en el caso del IETU, 19 mil 993 millones de pesos, por deducción de la adquisición de automóviles nuevos, 3 mil 481 millones de pesos, y por las deducciones que se relacionan con la adquisición de activos (depreciación acelerada de activos), poco más de 18 mil 882.6 millones de pesos.



B) El caso del ISR:

De manera adicional y por lo que toca al Impuesto Sobre la Renta (ISR), de los 252 mil 962.8 millones de pesos, que no se recaudarán, más del 60% se explica por las exenciones y tratamientos especiales en materia del ISR empresarial “cuyas posibilidades de elusión fiscal” ascenderán a 159 mil 297.9 millones de pesos, dónde destaca nuevamente el régimen de consolidación fiscal, con 31 mil 801 millones de pesos, así como la deducción inmediata de activos fijos con 23 mil 214 millones de pesos, la adquisición de automóviles nuevos con 9 mil 204 millones de pesos, que en conjunto ascienden a más de 64 mil 219 millones.



C) IETU E ISR:

En resumen, se observa que por concepto de “consolidación fiscal” régimen que supuestamente había desaparecido con la “supuesta reforma fiscal aprobada” se observa que se dejarán de recaudar, 51 mil 794 millones de pesos, y por conceptos relativos a la deducción acelerada de activos, “depreciación acelerada de activos”, 42 mil 96 millones de pesos.

Es decir que, de acuerdo con la propia dependencia que dirige Agustin Carstens la existencia de estas 2 “facilidades” que son utilizadas sólo por las grandes empresas, le costara al fisco mexicano en el 2008, 93 mil 890 millones de pesos, cabe destacar que si a lo anterior añadimos, la deducción sobre la adquisición de automóviles nuevos, la “elusión fiscal” asciende a poco más de 106 mil millones de pesos, cifra tan sólo 14% inferior a lo que se deja de recaudar por la tasa cero en el IVA de los alimentos.

Esto explica las verdaderas razones del porque en nuestro país la recaudación tributaria es de las más bajas de los países miembros de la OCDE y confirma que mientras que las empresas aportan entre 55 y 60% del ingreso nacional, su contribución al pago sobre el impuesto sobre la renta como porcentaje del PIB ha sido de 2.5% en promedio durante los últimos 7 años.

En tanto, la contribución fiscal de los asalariados que generan 25% del ingreso nacional, ha sido en promedio de 2.25 por ciento, en ese mismo lapso.

Esto es, aunque la contribución de las empresas debería ser al menos del doble de la de los asalariados, en virtud de que contribuyen con el doble a la generación de ingreso, no sucede así gracias a los “regímenes fiscales especiales” fundamentalmente dirigidos a las grandes empresas.

D) El caso del IVA:


Si bien es cierto, que lo que el fisco se dejará de recaudar por la aplicación del IVA en alimentos, ascenderá a 122 mil millones de pesos, no puede soslayarse que de acuerdo a la teoría económica y a pesar de que este tipo de impuestos resultan ser los más fáciles de administrar, en la realidad son altamente regresivos, es decir gravan más a aquellos que menos tienen, por lo que necesariamente empeoran la distribución del ingreso.

Para mostrar lo anterior asumamos el siguiente ejemplo:

Una persona en situación normal necesita consumir cierta cantidad de alimentos diariamente, independientemente de sus ingresos, por ello entre menos ingresos tenga dicha persona, mayor será la proporción de su ingreso que le destine a sus alimentos, conforme aumenten sus ingresos la proporción de su ingreso que destina a adquirir alimentos será menor.

De ésta manera, al gravar los alimentos se estaría dando una mayor carga fiscal a las personas de menores ingresos, y con ello se estaría empeorando la distribución del ingreso.

Más aún si consideramos que los mexicanos destinan en promedio el 30% de sus ingresos para la adquisición de alimentos y cerca del 80% de las familias en el país viven con un ingreso inferior a 6 salarios mínimos.