jueves, 1 de marzo de 2007

EL BANCO DE MEXICO, LA SHCP Y LA CNVB MIENTEN AL SEÑALAR QUE NO SE CUENTA CON LOS MECANISMOS PARA REGULAR LAS COMISIONES BANCARIAS.

Lic. Mario Di Costanzo,
Secretario de la Hacienda Pública del Gobierno Legítimo


La ausencia del crédito para proyectos productivos no es la única falla del sistema bancario en México, la concentración del mercado en unas cuantas instituciones provoca que existan practicas oligopolicas que encarecen los servicios de banca en el país e impiden que el mercado funcione bajo reglas de competencia entre las instituciones, por lo que es necesario que se aplique lo dispuesto por los artículos 4 y 5 de la Ley de Instituciones de Crédito (LIC) y el artículo 7 de la Ley de Competencia Económica, y se proceda a regular las reglas del juego y se investigue a fondo el Rescate Bancario.

Para corroborar lo anterior, sólo basta mencionar que el artículo 4 y 5 de la Ley de Instituciones de Crédito establecen textualmente lo siguiente:

Artículo 4o.- El Estado ejercerá la rectoría del Sistema Bancario Mexicano, a fin de que éste oriente fundamentalmente sus actividades a apoyar y promover el desarrollo de las fuerzas productivas del país y el crecimiento de la economía nacional, basado en una política económica soberana, fomentando el ahorro en todos los sectores y regiones de la República y su adecuada canalización a una amplia cobertura regional que propicie la descentralización del propio Sistema, con apego a sanas prácticas y usos bancarios.

Artículo 5o.- El Ejecutivo Federal, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, podrá interpretar para efectos administrativos, los preceptos de esta Ley, así como las disposiciones de carácter general que emita la propia Secretaría en el ejercicio de las atribuciones que le confiere la presente Ley.

Las disposiciones anteriores definitivamente facultan a las autoridades financieras a regular las comisiones bancarias en virtud de que se establece entre otras cosas que el Estado será el encargado de ejercer la rectoría del Sistema Bancario Mexicano,

Esta es una razón de sobra para que la CNBV, la SHCP y el Banco de México en aras de orientar las actividades de la banca a promover el desarrollo de las fuerzas productivas del país y las sanas prácticas y usos bancarios, pueda aplicar las medidas que contribuyan a los logros del objetivo señalado en el propio artículo 4 de la LIC. Más aún el artículo 5, le otorga a la SHCP la facultad de interpretar la ley de Instituciones de Crédito para poder regular las Comisiones Bancarias.

Por si lo anterior fuera poco, la fracción I del artículo 7 de la Ley de Competencia Económica, establece claramente que, corresponde exclusivamente al Ejecutivo Federal determinar mediante decreto los bienes y servicios que podrán sujetarse a precios, siempre y cuando no haya condiciones de competencia efectiva en el mercado relevante de que se trate. Para lo cual la Comisión de Competencia determinará mediante declaratoria si no hay condiciones de competencia efectiva.

Lo anterior ya que es evidente como se observa en los siguientes pàrrafos que en el Mercado Mexicano, no existen condiciones de competencia en el sistema bancario.

Por ello, el fracaso del Rescate Bancario no solo ha provocado una carga ilegal de pasivos para las finanzas públicas, ya que su diseño también propicio una serie de fusiones y ventas de los bancos que en su momento fueron rescatados o intervenidos y que ahora han generado una alta concentración del mercado en muy pocas instituciones lo que se ha traducido en el encarecimiento de estos servicios.

Para corroborar lo anterior sólo basta mencionar que de acuerdo al ultimo reporte sobre Banca Múltiple elaborado por la CNBV se observa que al mes de marzo del presente año, de las 27 instituciones bancarias que operan en el país, sólo cuatro (BBVA-BANCOMER, BANAMEX, SANTANDER y HSBC) concentran aproximadamente el 70% de la actividad bancaria por lo que se puede señalar que en el sistema bancario mexicano existen practicas oligopòlicas que perjudican el sano funcionamiento del sistema y generan costos “extraordinarios” a los usuarios.

Esta situación ha provocado que al primer trimestre de 2006, los ingresos por comisiones que recibió la totalidad del sistema bancario ascendieron a 15 mil 747 millones de pesos, esta cifra represento mas el 115% de sus utilidades, es decir que las comisiones que cobran los bancos son su principal fuente de ingresos.

Participación en el mercado:

Los datos de la CNBV muestran que tan sólo cuatro instituciones (BBVA-BANCOMER, BANAMEX, SANTANDER y HSBC), concentran la mayor parte de la actividad bancaria, así por ejemplo estas instituciones detentan el 70% de los activos bancarios, el 60% de las 39 millones 205 mil 921 cuentas bancarias que existen y el 66.7% de las 8,066 sucursales existentes. Cabe mencionar que tan sólo el capital español en el sistema bancario (BBVA-BANCOMER Y SANTANDER) detenta casi el 40% del mercado mexicano.

Este dominio del mercado les permitió que durante el primer trimestre del 2006, estas 4 instituciones concentraran el 74% de las utilidades totales del sistema, al obtener en conjunto una utilidad de poco mas de 10 mil 079 millones de pesos.

Así las posibilidades de competencia de bancos mas pequeños es prácticamente imposible, ya que por ejemplo mientras que BBVA-BANCOMER posee 10 millones 516 mil 924 cuentas y 1,718 sucursales, Banca AFIRME posee únicamente 56 sucursales y 70 mil cuentas, o Banca IXE que posee tan sólo 42 sucursales y 64,748 cuentas.

La situación para los bancos pequeños se complica aún mas ya que paradójicamente las cuatro instituciones que dominan el mercado fueron rescatadas por el FOBAPROA y actualmente reciben intereses provenientes de recursos públicos por concepto del pagare del Fobaproa (o del IPAB) que poseen, así en el caso de BBVA-BANCOMER se estima que durante el primer trimestre del año recibió aproximadamente 2 mil 304 millones de pesos; o en otros casos como el de BANAMEX que ha recibido prepagos ilegales y multimillonarios que ya forman parte del reparto de utilidades a sus accionistas.

Es conveniente mencionar que la teoría económica define al oligopolio como un tipo de mercado en el cual existe una concentración relativamente alta en un pequeño numero de empresas. Esto crea una gran incertidumbre en el mercado y, genera la posibilidad de que estas empresas adopten algún tipo de política de colusión, para evitar la competencia por precios (comisiones) y obtener ganancias extranormales.



Por ello se observa que a mayor participación de mercado, más costosos son los servicios bancarios en nuestro país, de esta manera Banamex y BBVA- Bancomer, quiénes concentran el 23 % y el 20.5% de los activos del sistema bancario que alguna vez fue mexicano, son los bancos más costosos para sus servicios, esto se explica por el control “oligopolico” que esta situación les otorga, pues mientras que estas dos instituciones concentran el 39% del total de sucursales bancarias, también controlan el 37% de todos los cuentabientes del país, son los bancos màs costosos y contrariamente, INBURSA que cuenta con escazas 36 sucursales, es el banco menos costoso para los usuarios bancarios.



Las tarjetas de crédito:

Aquí se observa que nuevamente los bancos hacen negocios extraordinarios lucrando con el crédito para el consumo de los mexicanos, a través de las tarjetas de crédito.

Y mientras que la tasa de interés que le pagan a los ahorradores difícilmente alcanza el 10% anual, a través del fomento al uso de las tarjetas de crédito los bancos han encontrado una mina de oro, para obtener ingresos extraordinarios con esta actividad que llega ya a limites que podrían ser considerados como “usura”.

De hecho aquí se observa que a diciembre del 2006, el saldo de la cartera vencida del sistema bancario asciende a poco mas de 20 mil millones de pesos, y de este total aproximadamente el 40% corresponde a créditos otorgados para el consumo, (tarjetas de crédito), al ascender a 9 mil 383 millones de pesos, y otro 25% que esta representado por la cartera vencida de los créditos otorgados para vivienda y que se ubican por encima de los 5 mil millones de pesos.

Para corroborar lo anterior, sólo basta recordar que de acuerdo con el banco de México, la inflación de que observo la economía mexicana en 2006 fue de aproximadamente 4.5% y la que se espera para 2007 será de aproximadamente 4.5%.

Mientras tanto los bancos con estrategias que sólo buscan una mayor penetración en el mercado, han vuelto a abrir la llave del “crédito al consumo” a través de las tarjetas de crédito, que buscan enganchar a la población a un financiamiento que es extraordinariamente costoso, y que combinado con movimientos a la alza de las tasas de interés, con el elevado desempleo y la falta crecimiento económico, podrían traducirse en una “bomba de tiempo” para la economía mexicana, cuando sobre las finanzas públicas, todavía pesa el fraude del Fobaproa, y muchos todavía se encuentran inmersos en la crisis de los deudores que estallo en 1995.

Así por ejemplo los principales bancos en México, bajo el lema de la “bancarización” han extendido el las facilidades para la obtención de un “plástico” que le sirve a la población para financiar sus deprimidos niveles de consumo, sin embargo esto lo hace a través de un “velado” pero elevado costo crediticio.

De esta manera, sin decirlo abiertamente las tarjetas de crédito, conllevan elevadísimas tasa de interés que los deudores tienen que cubrir, dichas tasas oscilan entre el 23% anual que es la tasa implícita que cobra la tarjeta “Serfin-Light” y el 60% anual que cobran las tarjetas de HSBC en sus versiones “clásica internacional y oro internacional”.

Sin embargo este elevado costo no es el único que tienen que pagar los usuarios del “crédito” ya que además existen comisiones por apertura como en el caso de los plásticos que emite BBVA-BANCOMER en sus tarjetas “Clásica Internacional y Oro Internacional” que son de 150 y 175 pesos respectivamente, más una comisión de 600 pesos por cargo de anualidad para el titular y 300 por cada tarjeta adicional.

Cabe señalar que adicional a los costos por apertura y anualidad, los bancos cobran comisiones por “reclamación improcedente” como en el caso de Santander, Banorte y Bancomer, los cuales van desde los 170 pesos como en el caso de Santander, hasta los 320 pesos como en el caso de HSBC.

A estos costos se añaden los de “intento de sobregiro” que por ejemplo en el caso Banamex es de 50 pesos y en el caso de BBVA Bancomer es de 100 pesos.

Sin embargo y sin lugar a dudas el mayor costo está reflejado en la tasa de interés que se cobra, y que se encuentra referenciada a la tasa de interés interbancaria de equilibrio a 28 días, (TIIE 28) y que en términos prácticas refleja “el costo de financiamiento del gobierno y de los bancos” es decir, es promedio aproximado de las tasas de interés que pagan bancos y gobierno por obtener dinero.

Pues mientras que a ese costo que varía mes con mes, y que en la actualidad se ubica en sólo 8%, los bancos le añaden en promedio 40 puntos más para obtener la tasa de interés que les cobran a los tarjeta habientes, con lo que el interes que ellos pagan se eleva a niveles del 40%.


Las tarjetas más costosas por lo que a tasas de interés se refieren son: HSBC en sus versiones Clásica Internacional y Oro Internacional, cuya tasa de interés promedio es de 60%, le siguen BBVA-BANCOMER y BANORTE con 48%, Santander Serfin con 44% (excepto serfin light), American Express con 41%, y BANAMEX con 40%, al final la más barata es la tarjeta serfin light que cobra una tasa de 23%.

Cabe destacar que todas las tarjetas de crédito cobran intereses moratorios, los cuales se aplican sobre el saldo insoluto y prácticamente duplican la tasa de Interés que cobra “normalmente la tarjeta de crédito respectiva”.

Por ello, de nada sirve tener inflaciones del orden del 3% o 4%, si el costo de crédito sigue siendo infinitamente mayor.

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