jueves, 15 de abril de 2010

Crudo a ultranza para EU

Tren parlamentario

A través de un portillo, ayer, el pleno de la Cámara de Diputados ratificó la Estrategia Nacional de Energía que, previamente, el Senado le había aprobado al Ejecutivo federal. PRI y PAN pasaron sobre el resto de los partidos como una aplanadora, apisonando —“agachonamente”, les reiteraba Laura Itzel Castillo— el terraplén por donde ya se verán venir trasnacionales petroleras a extraer crudo del subsuelo, a contracorriente del 27 Constitucional.

Así como en el Senado jugó un papel central el senador priista Francisco Labastida Ochoa, así ayer, en San Lázaro, el coordinador priista Francisco Rojas Gutiérrez —antiguo director de Pemex en los tiempos de Carlos Salinas de Gortari— maniobró para que su bancada se plegara a la hora de la votación al Partido Acción Nacional.

El constitucionalista metido a diputado, Jaime Cárdenas, les espetó: “Es una estrategia contradictoria con la Constitución, en sus artículos 25, 27 y 28. No es una estrategia que respete el principio de que la explotación de la energía eléctrica o los hidrocarburos corresponde a la nación, ni tampoco que respete el principio de área estratégica y exclusiva del Estado”.

En realidad, remachaba Cárdenas Gracia a un pleno de mayoría priista y panista domesticado y dócil, “cuando se establece que se va a continuar con esta sobreexplotación en la extracción del crudo, da la impresión claramente que lo que se está favoreciendo es a la seguridad energética de Estados Unidos y no a la de México”.

Estaban en el punto climático de la semana. La ratificación de la Estrategia Nacional de Energía que propuso Felipe Calderón al Congreso desde febrero, se había constituido en un territorio de batalla, adonde el PRI y el PAN no teniendo como su arma principal la argumentación echaron mano del artilugio leguleyo del acuerdo parlamentario, desde el cual trataban a toda costa de amordazar al PT, PRD y Convergencia para que éstos no les restregaran desde la tribuna su “abdicación”, su “actitud agachona”, su “contubernio”, su “servilismo”, en favor de “los que vienen”.

El ex priista jalisciense Enrique Ibarra (PT), dijo: “Los priistas, en el lenguaje de dientes para afuera, se ufanan de defender la explotación de la riqueza nacional, del petróleo, con un nacionalismo simulado. En la práctica, lo que hacen los priistas es violar sus documentos básicos y ser cómplices de un Gobierno de derecha y entreguista”.

Jueves 15 de abril de 2010. Reanudaban temprano la sesión ordinaria del día anterior. Recuérdese que una toma de tribuna de una treintena de diputados opositores había reventado la posibilidad que tanto perseguían PRI y PAN: ratificar raudamente la Estrategia de marras, cuya virtud más mencionada por priistas y panistas era su condición inédita.

César Burelo, del PRD, abrió: “No se permitió la discusión; no nos fue posible reservar uno o más artículos de dicho dictamen; no se discutieron los votos particulares. En suma, no se cumplieron los requisitos procesales de la técnica legislativa”.
Se refería al agandalle del presidente de la Comisión de Energía, Felipe de Jesús Cantú Rodríguez, quien levantado en vilo por los priistas se la había pasado, desde que llegó la minuta del Senado, evadiendo la discusión al interior de la Comisión, ayudado por la tardanza deliberada de Georgina Kessel en entregar las respuestas de las 237 preguntas parlamentarias que la Cámara de Diputados hizo a la secretaria de Energía, desde febrero pasado. Apenas el sábado reciente, día 10, las respuestas aquellas llegaron.

El PRI en voz de Guillermo Ruiz de Teresa: “Una vez recibidas las respuestas fue evidente que las aclaraciones siguieron siendo muy pobres y que nuestras interrogantes no habían sido satisfechas. Sin embargo, somos conscientes que el Congreso de la Unión es pilar en la construcción del proyecto nacional y que el Sistema Nacional de Planeación Democrática refiere la necesidad de visualizar una estrategia de crecimiento sostenido, uniforme e integrador del sector energético”.

Y fue entonces cuando el priista justificó su voto ratificador, a punto de concretarse: “Si la no ratificación implica no tener ninguna estrategia, es para todos mucho mejor tener una estrategia perfectible que sume todas nuestras consideraciones y que nos permita, año con año, hacer un documento más claro, más medible, saber con mayor exactitud a dónde vamos y qué queremos de este sector”.

El perredista Víctor Manuel Castro Cosío: “No sigan acordando lo que les venga en gana para hacer de este Congreso acuerdos metaconstitucionales”.
Tomás Gutiérrez, del PAN, reviró diciendo que se habían anexado las observaciones hechas en el Senado y en la Comisión de Energía.

Mario di Costanzo de plano los tildaba de “atracadores de la nación” y se constituía ayer en uno de esos diputados de nuevo cuño de gran aliento para la argumentación parlamentaria. Pedro Jiménez (Convergencia: “Es clara la intención de desmantelar la capacidad productiva de Pemex y llevarla a un punto de no retorno”. Laura Itzel Castillo: Esta Estrategia está basada en el aumento del precio de gasolinas, gas, diesel, impuestos, y en el aumento a la extracción de hidrocarburos en nuestro país tomando en consideración la demanda que existe en Estados Unidos”.

De cabo a rabo, la sesión se fue en torno de una argumentación opositora que fue irrebatible por parte del PRI y el PAN: la Estrategia Nacional de Energía de Calderón fue diseñada para extraer a ultranza petróleo para los Estados Unidos de Norteamérica.

Fuente: VIcente Bello / RMP

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